Breve historia de los robots aspiradores Breve historia de los robots aspiradores

Una breve historia de los robots aspiradores

¿Te has preguntado alguna vez cuál fue el primer robot aspirador del mercado? ¿Sabes qué marcas fueron las pioneras? Hacemos un breve recorrido por los primeros modelos y por la historia de uno de los dispositivos que más han revolucionado la limpieza del hogar en los últimos 20 años.

Si hay un electrodoméstico -¿realmente podemos llamarlo así?- que haya revolucionado la limpieza del hogar, ese es el robot aspirador. Y es que, ¿quién podía pensar hace apenas veinte años que tendríamos un aparato que aspiraría y fregaría el suelo por nosotros?

Bueno, quizás pudieron pensarlo quienes asistieron a los primeros robots aspiradores que salieron al mercado, aunque me apuesto lo que sea a que muchos de ellos no vieron mucho futuro en estos dispositivos.

Quienes sí les vieron futuro estaban muy en lo cierto, aunque es justo decir que el crecimiento y la evolución de los robots aspiradores ha sido lenta, paulatina y acompasada con algunos avances tecnológicos que han sido clave para su desarrollo. Vamos a ver cuáles han sido con este repaso breve por la historia de los robots aspiradores.

Los pioneros

En los albores de la robótica doméstica, allá por finales de la década de 1990, comenzó el desarrollo de los primeros prototipos de robots aspiradores. Básicamente, algunos fabricantes aprovecharon las innovaciones que se estaban llevando a cabo en el ámbito de la robótica para crear también robots que pudieran limpiar.

El ElectroLux Trilobite tiene el honor de ser el primer robot aspirador lanzado comercialmente. Su aparición en 1996 demostró ser todo un adelanto tecnológico para la época, aunque visto con ojos actuales puede parecer una antigualla de épocas pretéritas.

Dotado de sensores ultrasónicos el Trilobite podía navegar de forma autónoma aunque nada ordenada. No obstante, mostraba características que formaron parte de los robots aspiradores durante más de una década e incluso aún hoy en día, como los mencionados sensores ultrasónicos para evitar colisionar con muebles, o los sensores infrarrojos para evitar caer por las escaleras y para que el robot no entrara en habitaciones donde hubiese una cinta magnética, accesorio que aún se usa hoy en día en modelos de gama baja.

El primer Roomba fue revolucionario, pero visto ahora parece de una época antediluviana. Foto de Patrik TschudinCC BY 2.0, via Wikimedia Commons.

Pero no fue hasta el 2002, con la llegada del primer Roomba, que los robots aspiradores empezaron a hacerse conocidos. Todo el mundo cree que los Roomba de iRobot fueron los primeros, pero ya has visto que no fue así. En todo caso, sí hay que reconocerle a iRobot que hiciera tan populares estos aparatos.

Y es que iRobot mejoró al Trilobite de Electrolux con un robot similar de navegación aleatoria, pero que contaba ya con algoritmos heurísticos que impedían que el robot cayera en un bucle de movimientos que lo dejaran atascado. También aportaba una ventaja que ya fue constante en todos los robots aspiradores que vinieron después: la capacidad de volver a la base para auto-recargar su batería.

iRobot fue mejorando sus robots aspiradores y los fue dotando de mejores sensores. También introdujo el mapeo visual vSLAM, con el que el robot era capaz de trazar un mapa de la casa mediante una pequeña cámara frontal, e hizo que los Roomba se conectaran al móvil e internet para añadir funciones inteligentes.

Todo ello contribuyó a que los robots aspiradores fueran cada vez más populares, hasta tal punto que aún hoy mucha gente no llama a estos aparatos por el nombre de robots aspiradores, sino que los conocen como “Rumbas”.

Recomiendo leer: Comparativa de los Roomba: Todos los robots aspiradores de iRobot.

La llegada del mapeo láser

Si hay una tecnología que ha marcado un antes y un después definitivo en la mejora de los robots aspiradores, esa tecnología es la del mapeo láser.

Como ya decíamos antes, previo a la implementación de esta tecnología los robots aspiradores navegaban de manera bastante básica y aleatoria, limitándose a cambiar de dirección cuando se encontraban con un obstáculo. Esto llevaba a limpiezas ineficientes y a menudo dejaban áreas sin cubrir. No obstante, con el advenimiento del mapeo láser, los robots aspiradores ya podían limpiar sabiendo exactamente lo que estaban limpiando y sin dejarse zonas por hacer.

Xiaomi cosechó un éxito tremendo con su primer Mi Robot Vacuum, un robot aspirador con mapeo láser muy económico

Y es que el mapeo láser utilizaba una tecnología que, en realidad era bastante antigua, y que era conocida como LiDAR (Light Detection and Ranging). El sensor LiDAR opera emitiendo pulsos de luz láser para medir distancias y determinar la posición de los objetos y las paredes dentro de un espacio. Luego, esta información se utiliza para crear un mapa detallado del área de limpieza.

Estos robots no solo aspiraban toda la casa navegando de forma ordenada, sino que eran capaces de reanudar la limpieza allí donde la habían dejado, y tenían una gran ventaja frente a los robots con vSLAM de iRobot: podían mapear también a oscuras.

Neato fue el primer fabricante en diseñar robots aspiradores con mapeo láser, pero visto el exitazo de esta tecnología le siguieron rápidamente Xiaomi, Ecovacs y otras marcas chinas que empezaban a asomar la cabeza en el mercado.

La explosión de los robots aspiradores llegados desde China

iRobot había dado a conocer los robots aspiradores, pero sus robots aspiradores eran -siguen siendo- muy caros, y durante muchos tiempo fueron un producto exclusivo, casi de lujo.

La cosa cambió cuando los fabricantes chinos se metieron de lleno en el mercado: beneficiándose de la mano de obra de bajo costo, su capacidad industrial y la rapidez con la que podían innovar y escalar sus productos fueron sacando robots aspiradores más y más baratos.

En este sentido Xiaomi tomó la delantera. La gran marcha china de electrónica fue comprando todas las startups chinas dedicadas a la fabricación de robots aspiradores; hablamos de marcas como Xiaomi, Dreame, Viomi, marcas que fue absorbiendo en su ecosistema. Gracias a ello podía quedarse con las patentes que estas marcas registraron, y estas pequeñas startups podían seguir operando de forma independiente y recibiendo financiación de Xiaomi. Un win-win en toda regla.

El primer Mi Robot Vacuum es ya un clásico de los robots aspiradores y acercaba el mapeo láser al gran público con un precio asequible. Roborock con su S5 también sentaba las bases de lo que serían este tipo de robots aspiradores, añadiendo innovaciones que también han sido claves en la evolución de los robots aspiradores, como la mopa.

No podemos pasar por alto, y menos en España, el aterrizaje de Cecotec, marca española con sede en Valencia, aunque fabrica sus robots aspiradores en China. Con una filosofía similar a la de Xiaomi en cuanto a relación calidad-precio, pero con unos precios aún más competitivos, los Conga de Cecotec han conseguido una popularidad y unas ventas que en los últimos años incluso han sido superiores a las de Xiaomi o iRobot.

El exitazo del Conga 3090 marcaba el inicio de una nueva etapa para la marca española Cecotec

El autovaciado: la tendencia de los últimos años

Y así es como llegamos a la última tendencia de los robots aspiradores: el autovaciado.

Antes del autovaciado los usuarios tenían que vaciar manualmente el depósito de suciedad de sus robots aspiradores con cierta frecuencia, lo que podía resultar una tarea tediosa y a veces sucia. Con la incorporación del sistema de autovaciado, las estaciones de carga no solo recargan la batería del robot, sino que además aspiran el contenido del depósito del aspirador robotizado en un contenedor más grande. Esto permite que el robot esté preparado para una nueva sesión de limpieza sin que se necesite realizar ninguna acción adicional por parte del usuario.

Si bien no ha sido una revolución como la llegada del mapeo láser, el autovaciado se ha convertido en una tendencia a la que se han subido todos los fabricantes. Hay que darle la medalla de reconocimiento a iRobot porque su Roomba i7 fue el primer robot aspirador con autovaciado, aunque, al igual que sucedió con la llegada del mapeo láser -y la obcecación de iRobot por continuar apostando por el mapeo visual en vez del láser- se ha visto superada por la competencia, que ha desarrollado estaciones que no solo vacían el polvo sino que también limpian las mopas y recargan el agua automáticamente.

¿Qué cabe esperar del futuro?

Con la irrupción de la IA solo cabe esperar que los fabricantes implementen esta tecnología para dotar a sus robots aspiradores de mayor inteligencia. Ya lo han hecho con la detección de objetos, y con toda seguridad seguirán exprimiendo las ventajas de la inteligencia artificial para mejorar los robots aspiradores.

¿De qué manera? Aquí entramos en el terreno de la especulación, pero de buen seguro que veremos en el futuro de los robots aspiradores cosas que parecen impensables, de igual manera que era del todo impensable a principios de los 2000 que los robots aspiradores identificaran las habitaciones de casa o se vaciaran de polvo de forma automática. Solo cabe esperar para verlo.

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